El dolor es una de las cuestiones que más interesan a las personas que necesitan un tratamiento de implantes dentales. Pero, además, es motivo de preocupación para los pacientes que acaban de someterse a la intervención.
Ante las preguntas relacionadas con el dolor, los profesionales de nuestra clínica dental suelen dar una respuesta muy clara: los implantes dentales no tienen por qué doler, ni durante ni después de la cirugía.
Sin embargo, como en cualquier otra intervención, es lógico que los implantes generen alguna molestia durante los primeros días. Dicho esto, se debe señalar que la sensación de dolor es muy subjetiva y depende de cada persona: umbral del dolor, experiencias previas en el dentista, actitud con la que se afronta la cirugía…).
Por todo ello, hoy hemos elaborado un artículo en el que vamos a responder a las principales preguntas que nos hacen nuestros pacientes. Pero, además, vamos a distinguir entre el dolor que puede producirse durante la cirugía y el que aparece en el postoperatorio.
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¿Duele la cirugía de implantes dentales?
Antes de comenzar con la cirugía de colocación de implantes dentales, el odontólogo aplica anestesia local.
Desde ese momento, el paciente no tendrá sensibilidad en la zona donde se ha suministrado la anestesia, por lo que no sentirá dolor. De hecho, lo único que sentirá el paciente a lo largo de toda la intervención es el pequeño pinchazo de la anestesia.
Si ahora mismo tienes miedo a someterte a una cirugía de implantes, te contamos algo que seguro que te tranquilizará: por muy aparatosa que parezca esta intervención, puede ser mucho menos molesta que la extracción de una muela del juicio.
En cualquier caso, y si a pesar de todo esto, la cirugía de implantes te produce preocupación, te recomendamos recurrir a la sedación consciente. Esta es una técnica que favorece la relajación del paciente -ya que lo induce a un estado similar al sueño- y está especialmente indicada para todas aquellas personas con miedo al dolor.
¿Qué se siente después de la cirugía de implantes?
En general, las cirugías de implantes dentales son cada vez menos invasivas, por lo que la recuperación tiende a ser más rápida y menos molesta. En cualquier caso, los síntomas que es normal experimentar son los siguientes:
- Molestias en la zona de la encía que ha sido intervenida: la incomodidad suele tener lugar durante las primeras 24-48 horas.
- Leve inflamación, para lo que es conveniente aplicar frío en la zona de la cara donde se ha colocado el implante. Esta inflamación remite con el paso de los días.
- Ligero sangrado durante las primeras 24-48 horas.
- Fiebre o febrícula en las primeras 24-48 horas.
¿Cuánto dura el dolor después de un implante dental?
Una vez que pase el efecto de la anestesia, aparecen el dolor y las molestias en la zona intervenida. Por ello, nada más terminar la intervención, el cirujano receta medicación antiinflamatoria y analgésica para los primeros días. Esto hace que, en la mayoría de las ocasiones, tanto el dolor como la inflamación sean leves.
Dicho esto, es normal sentir algún tipo de dolor o molestias durante las primeras 24-48 horas. Pasado este tiempo, los implantes no deben doler. Si, una vez que han transcurrido las primeras 24-48 horas el implante sigue doliendo, es necesario observar su evolución.
El hecho de que el dolor remita con el paso de los días es positivo. En cambio, si la sensación de dolor no cesa, hay que acudir al implantólogo para descartar cualquier tipo de complicación en los implantes.
¿Cómo prevenir el dolor de los implantes dentales?
A continuación, te contamos qué puede hacer el propio paciente para prevenir el dolor y las molestias.
Elige un buen implantólogo
El profesional que realiza la cirugía tiene un papel fundamental en el éxito de la misma. Por tanto, te recomendamos que escojas un odontólogo con formación especializada en implantes y que cuente con una gran experiencia. Por ejemplo, nuestro equipo de Implantología está liderado por el doctor Antonio Pérez, médico y cirujano con más de 30 años de experiencia en cirugías de implantes.
Escoge una clínica que cuente con buenos medios técnicos
La tecnología es fundamental para conseguir que tanto la cirugía como el postoperatorio sean rápidos e indoloros. Elige un centro que cuente con buena tecnología para que te puedan realizar un estudio completo (TAC, escáner intraoral en tres dimensiones…).
Decántate por cirugías mínimamente invasivas
Si tu caso lo permite, escoge intervenciones mínimamente invasivas. Por ejemplo, la cirugía guiada por ordenador. Las técnicas más precisas favorecen que la incisión sea mínima. Y, al ser la herida menor, también duele menos.
Pregunta por la sedación consciente
La sedación consciente es una técnica especialmente indicada para todas aquellas personas con miedo al dolor. Provoca una relajación profunda en el paciente, por lo que cualquier estado de nervios o ansiedad desaparecerá.
Eso sí, pregunta por ella porque, aunque en nuestra clínica dental contamos con este servicio, no todos los centros lo ofrecen (debido a la necesidad de disponer de más medios y de un médico anestesista).
Tómate la medicación pautada por el implantólogo
Como hemos señalado, el cirujano te indicará qué fármacos antiinflamatorios y analgésicos debes tomar. Respeta tanto el número de días como la dosis pautados.
Sé cuidadoso con la higiene dental
Tu implantólogo te detallará cómo debes cepillarte los dientes. El primer día de la cirugía tendrás que evitar la zona intervenida.
El resto de los días ya podrás cepillarte toda la boca pero tendrás que usar un cepillo de cerdas suaves. Recuerda hacerlo después de cada comida para evitar cualquier tipo de complicación, como infecciones.
Respeta las indicaciones respecto a la dieta
Para no irritar la zona dolorida por la cirugía y dejar descansar la encía, es necesario que el día de la operación solo ingieras líquidos y purés fríos. Tras estas primeras horas, podrás comenzar a tomar una dieta blanda (pescado al vapor, pasta muy hecha, tortilla, patata muy cocida, etc.).
No fumes
El tabaco es un potente vasoconstrictor. Es decir, estrecha los vasos sanguíneos y dificulta la circulación de la sangre. Esto ralentiza el proceso de cicatrización y, como consecuencia, aumenta el riesgo de infección (al tener una herida abierta durante más tiempo).
Por ello, es recomendable no fumar desde el día que se colocan los implantes. Pero, en el caso de que la persona no esté preparada para dejar de fumar por completo, al menos debe evitar el consumo de tabaco durante la primera semana.
Dado que la mayoría de las personas piensan que los implantes dentales duelen considerablemente, lo cierto es que suelen sorprenderse una vez que se someten al tratamiento.
Y es que, cuando acuden a revisión tras la cirugía, casi todos los pacientes nos dicen lo rápida que les pareció la intervención y lo llevadero que les resultó el postoperatorio.
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