Los implantes de carga inmediata son una excelente opción para muchas de las personas que necesitan reponer sus dientes perdidos. Esto se debe a que ofrecen numerosas ventajas tanto funcionales como estéticas.
Y es que, entre otras cosas, los implantes de carga inmediata resuelven una de las principales preocupaciones de nuestros pacientes: la de quedarse sin dientes desde que colocamos el implante hasta que ponemos la prótesis.
Índice de contenidos
¿Qué son los implantes de carga inmediata?
La carga inmediata es una técnica implantológica que consiste en colocar una prótesis dental menos de 24 horas después de haber puesto los implantes. De esta manera, el paciente no tiene que estar sin dientes durante varios meses (durante el periodo de osteointegración), tal y como ocurre con el resto de técnicas.
La carga inmediata consiste, por tanto, en colocar una prótesis provisional fija atornillada a los implantes dentales. Dicha prótesis se mantiene en la boca durante tres o cuatro meses, hasta que se coloca la prótesis definitiva.
Proceso del tratamiento con carga inmediata
El protocolo para colocar implantes de carga inmediata se compone de los siguientes pasos:
Estudio y planificación del caso
En primer lugar, llevamos a cabo una serie de pruebas radiográficas (radiografía panorámica, TAC y escáner intraoral en 3D) y fotográficas (imágenes intraorales y extraorales).
De esta manera, podemos determinar si el paciente es apto para realizar el protocolo de carga inmediata. En caso afirmativo, planificamos todos los aspectos de la cirugía: características del implante (diámetro, longitud…), posición y lugar exacto en el que se va a colocar, etc.
Además, en esta cita se estudia la cavidad oral del paciente con el objetivo de diseñar la prótesis provisional que se le va a colocar. Para ello, se toman una serie de medidas de su boca.
Extracción de los dientes
En algunos casos, es necesario realizar una serie de extracciones dentales antes de colocar los implantes.
Esto se hace cuando el paciente aún mantiene algunos dientes que están dañados, pero que no pueden permanecer en la boca durante mucho tiempo porque están tan debilitados que van a caerse.
Colocación de los implantes
El día de la cirugía, insertamos los implantes en el hueso maxilar del paciente (arcada superior y/o inferior). Para ello, utilizamos anestesia local y, si el paciente lo desea, administramos sedación consciente.
La sedación consciente es una técnica especialmente pensada para las cirugías de implantes y, más concretamente, para las personas a las que la intervención les causa miedo, nervios o preocupación.
Carga de la prótesis provisional fija
En un plazo máximo de 24 horas después de la cirugía, cargamos la prótesis provisional fija. Normalmente, esta prótesis se coloca en el mismo día (en caso de que los implantes se hayan puesto por la mañana) o al día siguiente (si la cirugía de implantes se ha realizado por la tarde).
Colocación de la prótesis definitiva
Aproximadamente, tres o cuatro meses después de la colocación de la prótesis provisional, el paciente acude de nuevo a la clínica dental.
Este plazo no es aleatorio, sino que corresponde al periodo de osteointegración, es decir, el tiempo que el implante tarda en integrarse en el hueso maxilar del paciente. Una vez que este proceso ha concluido, se puede colocar la prótesis definitiva.
En una primera cita, se vuelven a tomar medidas de la boca del paciente para poder fabricar la prótesis definitiva. Una vez que esta se ha confeccionado, la persona acude de nuevo a la clínica para que le coloquemos la prótesis.
¿En qué casos están indicados los implantes de carga inmediata?
Los implantes de carga inmediata están especialmente recomendados en los siguientes casos:
- En dientes anteriores (parte frontal de la boca): son los más visibles al sonreír. Por tanto, el hecho de llevar una prótesis fija -en lugar de mostrar un hueco o llevar una prótesis de “quita y pon”– beneficia la estética.
- En arcadas completas (superior y/o inferior): llevar una prótesis removible (que se mueve al comer) es mucho más incómodo que llevar una fija.
Ventajas de los implantes de carga inmediata
Las principales ventajas de los implantes dentales de carga inmediata son las siguientes:
- Inmediatez: el paciente puede disfrutar de unos dientes fijos desde el primer día.
- Vida normal: el hecho de tener unos dientes fijos permite a las personas comer, hablar y sonreír con normalidad. Por tanto, su rutina no se ve alterada.
- Comodidad: la prótesis provisional fija es muy cómoda. Al ir atornillada a los implantes no se mueve, como sí ocurre con las clásicas dentaduras de quita y pon.
- No necesita adaptación: tras colocar los implantes de carga inmediata no es necesario pasar por un periodo de adaptación. Esto se debe a que la prótesis fija funciona igual que los dientes naturales.
- Guía para la definitiva: la prótesis provisional sirve de guía para diseñar la definitiva, ya que permite comprobar cómo queda en la boca, tanto desde el punto de vista estético como funcional (a la hora de morder).
Desventajas de los implantes de carga inmediata
En general, podemos decir que los implantes de carga inmediata solamente tienen una desventaja:
- Precio: la carga inmediata es una técnica que, inevitablemente, encarece el tratamiento de implantes. Esto se debe, entre otras cosas, a que hay que confeccionar una prótesis provisional fija, lo que es más caro que una dentadura removible.
Precio de los implantes de carga inmediata
Como hemos mencionado, la carga inmediata es una técnica implantológica que tiene un precio superior al de la cirugía tradicional. En el caso de realizar una carga inmediata para toda la arcada dental (superior o inferior) el precio se encarece unos 1.500 euros, aproximadamente.
En este punto, debe ser el paciente quien determine si prioriza la estética y comodidad o el precio del tratamiento. En nuestra clínica dental recomendamos los implantes de carga inmediata a todas aquellas personas que necesitan reponer dientes incisivos (los más visibles al sonreír) o arcadas completas.
En este tipo de tratamientos la carga inmediata marca, sin duda, la diferencia. En cambio, cuando hay que reemplazar un diente de la parte posterior de la boca, la carga inmediata no aporta el suficiente valor.
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